En el trascurso de nuestra vida muchas veces por no decir innúmeras veces nos vemos en situaciones en las cuales no le hallamos sentido a nuestra forma de vivir, de comportarnos, de actuar, bueno a casi a todas las actividades que realizamos o emprendemos. Pareciera ser que todo lo que hacemos se va en saco roto, algo sin provecho, sin una pisca de satisfacción personal.
Cuando en realidad lo que ha sucedido es que hemos perdido la confianza en Dios y en nosotros mismos. Sabemos perfectamente que desde el momento que aceptamos que Jesucristo reinara y gobernara en nuestros corazones, desde ese instante nos constituimos en lo escrito en 1era Epístola Pedro 2:9-10 “ 9.Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que nos llamo de las tinieblas a su luz admirable; 10.vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.”
En la practica hemos en repetidas ocasiones menospreciado y puesto en bajo lo que declara las palabras del apóstol Pedro en estos dos versículos. Pero te has preguntado ¿Por qué? Solo puedo responderte en base a mi corta experiencia que es lo que nos sucede. Sabes el mundo en el que vivimos nos aferra a lo que tienes ahora, a lo que tocan tus manos, a la publicidad que fomenta el consumo masivo de artículos, objetos y servicios. El ir y venir de las actividades cotidianas, una vida sedentaria llena de trabajo y compromisos financieros, relegando o dejando de lado tu verdadera nacionalidad celestial, tu verdadero propósito de estar aquí en esta tierra ahora.
Lo antes escrito nos lleva a perder la Visión Espiritual, a perder la confianza en quien hemos creído a contristar al Espíritu Santo que nos da vida y por ultimo a no ser misericordiosos porque solo actuamos egoístamente sin pensar en los demás.
¿Quieres tu agradar a Dios? Sabes la palabra en Hebreos 11:6 nos da la clave y una de las maneras de agradar al creador: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” Si tu quieres estar en paz con Dios, créele con todo tu corazón que El es tu salvador, que es tu sanador, que es tu proveedor, que es tu protector, que es tu sombra a tu mano derecha, que es el único que pago el precio de sangre por todos y para todos. Solo cree esa es la formula para que los milagros ocurran.
¡Ah! Pero no te olvides lo que escribe Santiago 2:17 “Así también la fe, sino tiene obras, es muerta en si misma.” Y mas adelante nos dice el versículo 19: “Tu crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen y tiemblan.” La fe se conjuga con las obras, porque la fe actúa juntamente con las obras y la fe se perfecciona atreves de las obras.
Concluyo con la siguiente formula que nos lleva a ser mejores cristianos e hijos de Dios: Agradar a Dios = Fe + Obras
Hno. Ricardo E. Morales/ Ministerio Casa de Israel.
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